29.10.07

-51... historias de una mañana de otoño

Aunque la ciudad estaba totalmente olvidada hacia ya tiempo, la catastrofe tuvo que avecinarse como si de un golpe de gracia se tratara. La cueva en la que el se cobijaba durante aquellos años era gelida como una madrugada de duro invierno. Cada mañana tenia que aguantar el frio saludo de unas paredes resbaladizas y de un ambiente irrespirable, y sin embargo, conseguia sacar fuerzas de lo inimaginable y levantarse para afrontar otra nueva... ¿aventura?

Ante el un nuevo dia, esta vez de otoño, esta vez ante la mirada de unos fragiles y desnudos arboles, sin ningun sonido, sin ninguna señal de vida. Lo unico que queria era gritar, y aunque todos le oian, nadie le escuchaba...

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